En España se practicaron el año pasado 103.097 interrupciones voluntarias de embarazo, la cifra más alta de la última década, cuando los abortos han rondado entre 88.000 y 98.000 al año. Para encontrar la práctica de más de 100.000 abortos en 12 meses hay que remontarse a 2013, tres años después de la entrada en vigor de la ley de plazos, que permite el aborto libre hasta la semana 14 de gestación.
Los abortos han aumentado un 4,8% en 2023, en línea con la tendencia al alza que se registra desde 2018 (sin contabilizar 2020 y 2021, años marcados por la pandemia). El aumento ha provocado que la tasa se sitúe en 12,2 por cada 1.000 mujeres de entre 15 y 44 años, por encima del 11,68 registrado en 2022, según los datos oficiales recabados por el Ministerio de Sanidad y publicados este sábado.
Cataluña registra la tasa más elevada, con 14,92 interrupciones por cada 1.000 mujeres y Aragón la más baja, con 8,4
Por comunidades, se observan diferencias significativas. Cataluña registra la tasa más elevada, con 14,92 interrupciones por cada 1.000 mujeres, seguida de cerca por la Comunidad de Madrid, con una tasa de 13,92. En contraste, Aragón registra la tasa más baja, con 8,4 por cada 1.000 mujeres.
Las jóvenes
Los abortos han crecido en todos los grupos de edad, especialmente entre las más jóvenes. De hecho, se han practicado 10.934 interrupciones en menores de 20 años, lo que representa un aumento del 4,78% respecto a 2022. Ante ello, el Ministerio de Sanidad recalca en un comunicado que hay «que seguir trabajando en la educación sexual y reproductiva, así como en el acceso a métodos anticonceptivos, para reducir el número de embarazos no deseados». La estadística de Sanidad indica que el 46,5% de las mujeres que han abortado no utilizaban ninguna protección.
Mónica García se ha comprometido a invertir 10 millones de euros en 2024 en la financiación de preservativos para jóvenes de entre 16 y 22 años
A este respecto, la ministra de Sanidad, Mónica García, se ha comprometido a invertir 10 millones de euros en 2024 en la financiación de preservativos para jóvenes de entre 16 y 22 años. La intención del Gobierno es que sean gratuitos para los jóvenes con menor poder adquisitivo. No obstante, el XII barómetro ‘Los españoles y el sexo’ -realizado por Control- indica que el uso de preservativo ha bajado un 24% en adultos entre 40 y 58 años y, en contraposición, los jóvenes de entre 18 y 26 años son los que más lo utilizan.
Aun así, tres de cada 10 jóvenes prescinde del condón, una baja utilización que se registra en todos los grupos de edad y que ha podido contribuir al aumento del número de abortos. Ese mismo descenso, según los expertos, también está detrás de la explosión de enfermedades de transmisión sexual.
Centros privados concertados
La estadística publicada este sábado por el ministerio de Sanidad también demuestra que, pese a que la reforma de la ley del aborto entró en vigor en marzo de 2023 y uno de sus objetivos es aumentar el número de abortos que se practican en los hospitales públicos, el 81,45% se sigue realizando en centros privados, la mayoría de ellos concertados con la sanidad pública. El porcentaje desciende año a año, pero la entrada en vigor de la norma, que impone obligaciones a las administraciones para que garanticen la prestación en centros públicos, no ha supuesto un cambio sustancial y sigue predominando la oferta privada.
Lo que sí va cambiando, poco a poco, es el método empleado. En 2023, casi el 70% de las interrupciones se realizaron mediante el método quirúrgico, aunque el farmacológico ya es mayoritario en algunas comunidades como Cantabria (96,5%), Navarra (76%), Baleares (74%) La Rioja (68%), Galicia (59,6%) y Catalunya (55,7%).
La inmensa mayoría de las intervenciones se realizaron a petición de la mujer (el 93,9%), el 75,1% en gestaciones de ocho o menos semanas y el 66,9% no habían tenido ningún aborto previo. Respecto al estilo de vida, el 30,6% de las mujeres convivía en pareja. El 58% eran trabajadoras por cuenta ajena y el 65,5% de nacionalidad española. También ha aumentado ligeramente el porcentaje de mujeres con Bachillerato o FP similar y con estudios universitarios.