Después de 30 años, el Banco Nación busca volver a emitir deuda y regresar a los mercados internacionales. El plan en el que trabaja su presidente, Daniel Tilliard, apunta a fondearse para acompañar la fuerte expansión del crédito, en medio de la demora del proceso para privatizar la mayor entidad financiera del país y las amenazas del Gobierno de cerrar nuevas sucursales en los municipios que suben impuestos municipales.
La intención del banco estatal es testear primero el mercado local con la colocación de deuda en pesos y en dólares, y luego el mercado exterior. Si bien desde la entidad no informaron plazos, la iniciativa surge en un contexto donde los fondos disponibles del blanqueo sigue alentando la demanda de títulos emitidos por las compañías, con tasas de entre el 5 y 7%, bastantes menores a lo que requería salir al exterior.
La decisión de endeudarse le permitiría al banco fondearse más barato. La entidad está liderando la expansión del crédito, a costa de una menor liquidez en pesos y apalancado por el sobrante de dólares por el blanqueo. Según el Banco Central, los préstamos al sector privado en dólares subieron un 7,7% en septiembre. «Nosotros estamos viendo que en Argentina el crédito va a multiplicarse en pesos y dólares«, confirmaron desde el Nación.
Según sus balances, la última vez que la entidad colocó deuda en dólares en el exterior fue en 1993 para fondear créditos a plazos más largos y tasas más bajas. Ahora, el plan para endeudarse sería una señal de las intenciones serias del Gobierno por volver a los mercados, si bien el descenso del riesgo país por debajo de los 1.200 puntos sigue siendo un nivel insuficiente para que la Argentina pueda tomar deuda a niveles razonables.
Daniel Tillard, presidente del Banco Nación.El fondeo privado del Banco Nación también serviría para ayudar al Banco Central, al absorber parte de la demanda privada y reducir la competencia por los dólares que dificulta la compra de reservas por parte de la autoridad monetaria. «El Banco Nación tomaría deuda que luego canalizaría en créditos, evitando que el importador vaya a demandar al mercado de cambios hoy, no es la solución, pero le da tiempo», dijo una fuente cercana a la entidad.
Con todo, el regreso de la entidad a los mercados tendría sus riesgos. En rigor, dentro del sector financiero solo el Banco Galicia emitió deuda en dólares este año y fue para la compra del HSBC. Previamente, el Banco Macro y Galicia colocaron en dólares en 2016, mientras que el Banco Hipotecario tuvo un canje en 2020. En ese marco, es probable que el mercado le exija al banco público una tasa alta por su historial de baja rentabilidad.
Por otra parte, si la deuda en dólares es para financiar créditos en pesos, existe el riesgo de que una devaluación aumente los pasivos por encima de los activos. «Los bancos tienen casi todos sus activos en pesos, en consecuencia, los riesgos de descalce de moneda son relevantes. Vale para el Galicia también, que colocó deuda hace unas semanas y tuvo buena recepción, pero no deja de ser un punto a tener en cuenta», dijeron en un banco.
Con 17.700 empleados y más de 650 sucursales, el Banco Nación quedó en el centro de la tormenta desde que el Presidente le ordenó el martes al ministro de Economía, Luis Caputo, que cierre las sucursales de los municipios que aplican subas de tasas municipales «injustificadas». La amenaza forzó a La Pampa a dar marcha atrás, luego del cierre de 9 sucursales y una gerencia zonal en la provincia, que ahora se revertiría.
Después de fracasar la privatización mediante el DNU 70 y la Ley Bases, el Gobierno aún no pudo transformar el banco una sociedad anónima. La idea es vender acciones a privados, como el Banco de Córdoba (Bancor) y el Banco do Brasil. La entidad ya redujo 500 puestos, pero la reestructuración quedó en suspenso, posiblemente a la espera de las próximas elecciones, tras un fallo adverso de la Justicia Federal de La Plata.