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Chubut: Con los votos del peronismo se aprobó un nuevo endeudamiento de U$S 650 millones

El Gobierno de Chubut logró en la Legislatura provincial al conseguir el apoyo de 23 diputados provinciales la autorización para poder endeudarse en 650 millones de dólares, una cifra similar a la conseguida hace una década por el entonces gobierno encabezado por Martin Buzzi, que finalmente fue ejecutado durante el gobierno de Mario Das Neves, en 2016. Además de los 16 diputados del oficialismo, se sumaron los votos del bloque de Arriba Chubut (PJ) en pleno, más el del exlibeertario Daniel Casal -hoy muy cercano al Gobierno provincial-.

El proyecto aprobado este jueves por los diputados de Chubut autoriza al gobernador Torres a realizar operaciones de crédito público, emisión de títulos de deuda y contratación de deuda por hasta la suma de 650 millones de dólares o su equivalente en otras monedas, indica el texto de la ley sancionada.

El apoyo del peronismo en pleno se logró cuando el oficialismo modificó la redacción del artículo 2, que ahora establece que el destino de los fondos será para repago de servicios de deuda del Bocade y otras deudas, y al financiamiento de obras públicas, siendo declaradas prioritarias la optimización del acueducto de la zona sur y las obras anexas y el instrumental para el hospital de alta complejidad de Trelew.

Así se consumó una nueva estafa para seguir endeudando, una nueva condena a cadena perpetua al pueblo trabajador. Recordemos que la deuda, es un factor central de los naufragios económicos, sino miremos lo que pasó en los últimos años en Chubut, por ejemplo en el gobierno de Arcioni en 2019.

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La deuda constituye un mecanismo de dominación

Desde el Frente de Izquierda se denuncia que la deuda pública no es solo un problema económico, sino un mecanismo de dominación política. A lo largo de los años, gobiernos de distinto signo político han utilizado el endeudamiento para financiar la fuga de capitales, beneficiando al capital financiero y perjudicando a las mayorías populares.

La deuda es un mecanismo de dependencia frente a los centros financiero imperialistas. Eso es así porque el endeudamiento constituye una política establecida por las potencias imperialistas para buscar moldear en función de sus intereses imperiales a las economías de países atrasados y dependientes como Argentina.

Por ejemplo, en la década de 1970 fue una decisión de los centros financieros internacionales impulsar el endeudamiento de los países latinoamericanos. Luego, con el desencadenamiento de crisis de deuda, entre otros factores, lograron imponer las recetas neoliberales que alcanzaron su auge en la década de 1990. Tomar deuda y seguir sometidos a los acreedores internacionales somete a la cadena perpetua de la miseria a las mayorías y a una decadencia económica sin fin.

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La responsabilidad de los gobiernos

Los gobiernos peronistas de Bussi, Das Neves y Arcioni han jugado un rol clave en este proceso de endeudamiento y decadencia sin fin tomando deuda externa.

En este sentido, Torres del Pro y aliado a Milei, continúa la tradición de priorizar el pago de una deuda ilegítima en detrimento de las necesidades sociales. En 2024, se realizaron pagos de deuda por millones de dólares. Gran parte de estos recursos podrían haber sido destinados a salud, educación o infraestructura.

La propuesta del Frente de Izquierda

Ante este panorama, el Frente de Izquierda propone una ruptura con los acreedores internacionales y el desconocimiento soberano de la deuda. El pago de la deuda perpetúa la pobreza y el ajuste, mientras beneficia a especuladores y al capital financiero internacional.

El pago de la deuda en 2024, a pesar del ajuste brutal contra los trabajadores provinciales y el pueblo pobre, demuestra que el problema central no son los gastos del Estado, sino el sostenimiento de una estructura que prioriza los intereses del capital sobre los derechos de las mayorías. Es hora de repensar este modelo y apostar por una economía planificada democráticamente desde abajo, que priorice las necesidades del pueblo y no los intereses de los usureros internacionales y los grandes empresarios.

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