Basado en textos de Federico García Lorca, Una noche sin luna es una profunda reflexión sobre la actualidad de la obra del gran autor granadino. El consagrado actor Juan Diego Botto resulta el intérprete ideal de este entrañable y creativo unipersonal que hasta el domingo 25 puede verse en el San Martín.
Es importante recordar que Botto es argentino de nacimiento y español por adopción. Nació en Buenos Aires, en 1975, hijo de los también actores Diego y Cristina. La tragedia lo alcanzó cuando en 1977 su padre fue desaparecido por la última dictadura militar. Tras esa terrible pérdida, su madre tuvo que exiliarse del país con sus dos hijos, y se marchó a España, donde desarrolló una elogiada carrera como docente de actuación.
A sus 47 años, este atractivo intérprete con sempiterno aspecto de adolescente ostenta una impecable trayectoria en el cine, el teatro y la televisión. La propuesta escénica que lo trajo a su ciudad natal es en dupla creativa con su colega Sergio Peris-Mencheta, sobre la vida y muerte de Federico García Lorca.
En sus poemas y en sus dramas se revela como agudo observador del habla, de la música y de las costumbres de la sociedad rural española. A ese ambiente, descripto con exactitud, lo convierte en un espacio imaginario donde se da expresión a las inquietudes más profundas del corazón humano: el deseo, el amor y la muerte, el misterio de la identidad y el milagro de la creación artística.
Por más décadas que hayan transcurrido desde su asesinato, la figura del poeta, dramaturgo y prosista, enhorabuena, nunca deja de interesar. La leyenda de su aura se renueva en un contexto actual de fanatismo e intolerancia ideológica. De hecho, en enero pasado, la estatua que lo recuerda, ubicada en el corazón de Madrid, fue vandalizada con la palabra “puto”.
Afortunadamente, el tándem artístico de Botto y Peris-Mencheta elude la formalidad y la solemnidad que hubiera caracterizado un homenaje de este tipo, y en la piel del primero, Federico revive para contarnos su historia, su pensamiento, sus amores y su muerte, con lucidez, sentido del humor, un poquito de ironía y extrema sinceridad.
Así, los espectadores nos acercamos a muchos aspectos poco conocidos de su existencia, en una hipnótica travesía que no es nada arqueológica. Por el contrario, se convierte en una forma de conocer, a través de su creación, nuestra propia realidad. El espectáculo es una pieza viva, atrevida y dinámica, donde la palabra del creador, su vida y su mundo sirven de espejo del nuestro.
Un Lorca sensual y elocuente
Desde una sensibilidad del siglo XXI, un Lorca elocuente, sensual y bastante disperso, repasa los mojones de su existencia. Desde su paso por la residencia de estudiantes, la experiencia de La Barraca, la relación con la prensa, el amor prohibido, hasta la tensión final que condujo a su vil homicidio.
Todo se logra gracias a los pilares de esta admirable, conmovedora y sorprendente pieza: la prodigiosa, sutil e hipnótica actuación de Juan Diego, capaz de desdoblarse o triplicarse en diferentes personajes, cada uno con su propia voz, y la eximia e imaginativa dirección de Peris-Mencheta, que convierte la escena en un verdadero retablo de las maravillas.
Sin duda, es una de las mejores propuestas en la cartelera porteña que, ante sus pocas actuales funciones, urge volver a programar para el año próximo, y llevar al interior de nuestro país.
«Una noche sin luna»
Excelente
Unipersonal Basado: en textos de Federico García Lorca. Dirección: Sergio Peris-Mencheta. Con: Juan Diego Botto. Sala: Teatro San Martín, Sala Martín Coronado, Av. Corrientes 1550.
POS